Por: Andrés Carrera
En este artículo no pretendo hacer un estudio exhaustivo teológico de quien es Satanás, y que es lo que hace, sino que solamente quiero combatir ideas que la gente tiene sobre él, que no son verdad y que distorsionan lo que la Palabra nos enseña.
He conversado estos últimos días sobre el tema con amigos y conocidos, y me he dado cuenta que estos errores son recurrentes en el pensamiento de algunos creyentes.
1.- Satanás no está abajo.- A los pocos años de convertido me tocó ir a una reunión en una iglesia de corte pentecostal y me quedé tan impresionado, de que en un momento dado empezaron a cantar una canción y a golpear fuerte el piso mientras el conductor de la reunión pedía que pisaran a Satanás.
Esta histeria colectiva intentaba dejar ver que los creyentes debemos vencer al diablo y como él está “abajo” entonces se lo pisaba.
No tengo ni la menor idea de dónde sacaron que el infierno esta abajo, ya que la frase “descendió a los infiernos” no se refiere a un lugar geográfico, sino a lo que hizo Jesús, llegando hasta el último extremo para mostrar la salvación de la humanidad, a las almas más malvadas que se conozcan, que son el diablo y sus demonios.
Ni siquiera sé cómo saben qué es arriba y que es abajo, ya qué vivimos en una esfera.
2.- Satanás no es omnipotente, omnisciente ni omnipresente.- Este es un concepto de suma importancia, ya que nos deja ver varias de sus limitaciones:
A.- Al no ser omnipotente, su poder está limitado a lo que Dios le permite, y entonces no puede ni dar ni quitar vida, por ejemplo. Tampoco, ni él ni sus demonios, pueden leer mentes o anticipar el futuro. Lo que si pueden es oír lo que tú dices y lo que te pasa, transmitiéndolo a seres humanos como brujos, que así se enteran de lo que te sucede y deseas.
La Biblia nos dice que Jesús sabía lo que cada persona piensa (Mt. 9:4; 12:25; Mrc. 8:2; Lc. 6:8; 11:17) y que Dios también lo conoce (Gn. 6:5; Sal. 139:2, 4, 23; Is. 66:18), pero no hay ninguna indicación de que los ángeles o los demonios puedan saberlo. De hecho, Daniel le dijo a Nabucodonosor que solo alguien que hablara en el nombre de Dios del cielo podía decirle lo que había soñado: “A esto Daniel respondió: No hay ningún sabio ni hechicero, ni mago o adivino, que pueda explicarle a Su Majestad el misterio que le preocupa. Pero hay un Dios en el cielo que revela los misterios. Ese Dios le ha mostrado a usted lo que tendrá lugar en los días venideros. Éstos son el sueño y las visiones que pasaron por la mente de Su Majestad mientras dormía” (Dn.2:27 y 28)
B.- Al no ser omnisciente, ni él ni sus huestes pueden predecir el futuro, aunque puede influir en el. Por ejemplo, si vas a un médium y él te dice que te van a chocar el carro antes de una hora, uno de los demonios puede entrar en alguien y hacerlo chocar contra ti.
C.- Al no ser omnipresente, no puede ni él ni sus demonios, ver lo que me pasa a mí y a usted en otro lado al mismo tiempo, lo que hace a esas frases malhadadas de algunos creyentes de “el diablo me tentó o me enfermo o me hizo caer” una imposibilidad física.
De hecho, el pensar que Satanás está interesado en usted o en mí personalmente, no es más que un estado nuestro de soberbia. ¿Porque se preocuparía el mismísimo Satanás por un pastor de Guayaquil que dirige una iglesia de unas 450 personas y que escribe un artículo semanal en internet que llegará a otras 300?
Tiene suficientes ayudantes para eso. Él debe preocuparse de cosas más importantes como lograr que a nivel mundial se fomente la guerra, el hambre y otras cosas que destruyen a la humanidad a quien odia con toda su fuerza.
3.- No se preocupa por cada alma como Jesús.- Para él, cada uno de nosotros no somos más que números, y lo que le interesa es llevarse a la mayoría con él al infierno. No cree que somos importantes como el Señor lo hace, solo nos desdeña y nos desea como el esclavizador antiguo, que quería un esclavo a quien nunca vería como alguien importante porque para él, este esclavo era casi un animal.
4.- Depende de sus demonios para saber que pasa en sitios donde él no está.- Su organización debe ser un ejemplo de informática y de registro de todo de lo que cada uno hemos hecho, de manera de que cada demonio sepa como tentar a su presa y darle donde más le duele, pero el, por sí solo no puede saber algo que sucedió donde él no estaba presente.
5.- Sus demonios siempre deberán hacer lo que un cristiano empoderado por el Espíritu Santo le ordena.- Por tanto, tampoco ellos tienen un poder que no se pueda combatir. Lo que pueden es hacernos asustar, mentirnos y acusarnos.
Solo estas pequeñas reflexiones para que entendamos quien es esta persona que la Biblia llama nuestro adversario, y que siendo poderoso, nunca lo será tanto como nuestro Dios quien vive en nosotros.