Por: Andrés Carrera
Mi hijo Andrés se me acercó el otro día con una pregunta: ¿Papi, como es eso de que Dios manda a osos a matar niños? Enseguida averigüe de donde había sacado eso y resultó que había visto un video en YouTube acerca de la historia de Eliseo, un profeta de la Biblia.
El video (1) dejaba ver la historia que está escrita en 2 Reyes 2:23 y 24 que dice: “Después Eliseo se fue de allí a Bet-el. Cuando subía por el camino, un grupo de muchachos de la ciudad salió y comenzó a burlarse de él. Le gritaban: «¡Sube, calvo! ¡Sube, calvo! Eliseo se volvió hacia ellos, los miró y los maldijo en el nombre del Señor. Al instante salieron dos osos del bosque y despedazaron a cuarenta y dos de ellos”.
Obviamente el video deja ver esta imagen de un Dios sanguinario, que no tiene la menor misericordia ni siquiera con muchachos que solo se estaban burlando inocentemente de alguien. Para ellos, este pasaje deja ver que el Dios del Antiguo Testamento es un personaje de ficción que no merece que nadie le rinda pleitesía alguna.
Como de costumbre estas personas han decidido interpretar la Biblia a su antojo sin tener en cuenta ni el contexto ni las costumbres de la época.
Expliquemos entonces el pasaje:
1. Si usted lee el comienzo capítulo 2 se dará cuenta que estamos en un periodo de transición en el cual, el profeta Elías termina yéndose al cielo sin morir, y queda en su reemplazo un nuevo líder de los profetas, Eliseo.
2. Encontrará que el profeta no se encontraba en Bet-el sino en Jericó, y esto es importante ya que él estaba saliendo de una ciudad que había sido maldecida por Dios cuando los judíos la destruyeron bajo el mandato de Josué. (15 y 18)
3. Los ancianos de la ciudad le piden al profeta que purifique el agua, cosa que él hace, dejando atrás la maldición del Señor, como su representante legítimo, y devolviéndole la vida a la ciudad, puesto que con agua consumible podría resurgir (19 al 22).
4. Es saliendo de esta ciudad que los muchachos siguen a Eliseo y lo insultan. Sobre esto algunas consideraciones:
- Eliseo ya había salido de la ciudad, así que el perseguirlo fuera de los límites de la ciudad para insultarlo era un acoso grande.
- No pueden haber sido niños, ya que a ningún niño sus padres le hubieran permitido salir de la ciudad. De manera que estamos hablando de un grupo de adolescentes persiguiendo a un hombre, en una verdadera “pandilla”, con todo lo temible que estas pueden ser.
- El epíteto de viejo calvo que a nosotros nos parece inocente en ese contexto era verdaderamente insultante, ya que, se lo estaban haciendo a un profeta de Dios (Su representante) que seguramente estaba con la cabeza tapada, y con lo que lo están comparando es con un leproso, quienes tenían que raparse la cabeza como advertencia de que nadie se acerque a 20 metros de él. Lo que le están diciendo entonces al profeta de Dios es “eres un inmundo”, “un paria”, “alguien despreciable”.
5. Para que los osos maten 42 muchachos, esta pandilla maliciosa, debe de haber constado de más personas que eso, ya que todos deben haber corrido despavoridos para salvar sus vidas.
Aunque 42 muchachos insultando y gritando, sería una inminente señal de peligro para cualquiera, imagínense si hubieran sido muchos más.
Ante este ataque, Dios sale a proteger a su enviado contra la gente que no solo lo ha rechazado a este, sino también a Él.
Queda claro entonces que el video nos está dando una visión de Dios irreal, pero el problema es que este tipo de videos están a la disposición de nuestros hijos, 24 horas al día, 7 días a la semana, y que la total ignorancia bíblica de los creyentes, impide que tengamos respuestas a este tipo de cuestionamientos.
No entendemos, que en estos tiempos el ataque a las creencias cristianas viene por todo lado y desde todo ángulo posible y tenemos que prepararnos como dice Pedro a “preparar defensa” de lo que creemos.
Cuando oiga historia como la de los osos, recuerde leer el contexto e investigar que quería decir el autor con lo que escribió. Solo así, podremos entender la Palabra que el Señor nos ha dejado.
Pude hacer esta reflexión y mi hijo entendió que lo que decía el video era mentira. Le toca a usted, amigo lector el prepararse para que tampoco a sus hijos los convenzan con este tipo de “propaganda” mentirosa.