Por: Andrés Carrera
En casi 20 años que tengo haciendo consejería, no he encontrado algo tan devastador relacionalmente como el adulterio. Nada que cause tanto dolor, tanta culpa. Nada que destruya la autoestima, el sentimiento de valor y de pertenencia, como encontrar que tu pareja, está o ha estado compartiendo la cama con otra persona.
No es sino, cuando una pareja pasa por esto, que se da cuenta que el sexo no es solo físico y que una aventura amorosa puede devastar todas y cada una de mis relaciones familiares, incluyendo las generaciones que vienen detrás de mí.
Por esto, hoy he decidido escribir un poco de cómo evitarlas, en la esperanza de que usted vea las señales de peligro y se aleje, usando el consejo bíblico de “huir de la fornicación”
Los siguientes son algunas cosas de las que hay que cuidarse:
- La búsqueda de inflar el ego fuera de tu matrimonio.- Tenga cuidado en volcarse a otros fuera de su cónyuge como fuente primaria de amor, valor y respeto. Los hombres debemos cuidarnos de buscar aumentar nuestra autoestima a través de las lisonjas de otras mujeres, y las esposas deben evitar encontrar en otros su necesidad de amor y cariño.
- Negarse a hablar abiertamente en pareja.- Si solo habla con su esposa de cuentas y cosas de la casa, está buscando problemas. No expresar sus sentimientos y pensamientos no permite la transparencia en la relación. Practiquen el arte de la conversación, como camino para abrirse a un compartir más profundo.
- No resolver conflictos.- Toda pareja pasa por problemas de comunicación. Es importante no construir paredes entre los dos. No sirve ni enmascararse ni dañar a otras personas debido a nuestras emociones. Tener conflictos no resueltos nos lleva al aislamiento y nos hace vulnerables a pensamientos de escape.
- No tener actividades divertidas y relajantes juntos.- Piense en cual fue la última vez que usted y su cónyuge disfrutaron de una cita solos o una escapada de fin de semana. Si su trabajo, responsabilidades familiares, o finanzas están sacando la alegría de su amistad con su pareja, necesita reservar un tiempo y hacerlo.
- Pasar mucho tiempo separados.- Las demandas de la vida diaria como los hijos, los hobbies, e intereses personales, empiezan a lograr que nos separemos. Mientras mayor cantidad de tiempo que pasemos separados, habrá mayor tentación de salir de la relación.
- Permitir que los problemas diarios y la fatiga saboteen nuestra intimidad.- Horarios llenos y la crianza de los niños son dos razones por las cuales los esposos dejan de lado la intimidad relacional. El romance, puede devolvernos eso bastante rápido, al recordarnos las razones por las cuales nos amamos. Todo matrimonio requiere tiempos de refrigerio y un detenido examen de lo que sabotea su intimidad.
- Permitir que todo sea predecible.- Un poquito de misterio puede lograr algo de condimento al matrimonio. Empiece a sorprender a su pareja con notas de amor o un ocasional e inesperado regalo.
- Vivir en negación.- Hacer como que los problemas no existen entre los dos solo ensanchará la brecha. Muchas de las infidelidades empiezan cuando yo me acerco a un amigo o compañero de trabajo del sexo opuesto para consejo o soporte. Enfrente la realidad de su relación.
- Olvidarse del compromiso mutuo.- Al pasar el tiempo las parejas tienden a olvidarse porque se enamoraron. En nuestra cultura donde es tan fácil, simplemente divorciarse, requiere de valentía y determinación honrar el compromiso en lugar de la conveniencia.
- Dejar de resistir las tentaciones.- En nuestro entorno que sobrevalora la sexualidad, incluso los cónyuges más inocentes pueden ceder a las tentaciones sexuales. Antes de que usted o su pareja estén en situaciones comprometidas, hablen de a qué o a quién recurrir cuando las tentaciones se presenten. Debe evitar actividades después del trabajo, ciertos viajes en grupos, revistas, películas o programas de televisión que pueden llevarlo a una tentación imposible de resistir. Pensar, “solo será esta vez”, puede llevarlo a una vida de arrepentimiento.
Estos prácticos consejos le permitirán cuidarse del mayor dolor que puede sufrir o infringir a otro, que afectará a sus hijos también.
No se olvide de ser constante en evitar o hacer estas cosas. Su matrimonio vale la pena y una relación en donde el compromiso y el amor no son negociables será el mejor regalo que pueda dar a sus hijos.