Por: Andrés Carrera
Estamos llegando a extremos que rayan en lo risible y lo ridículo.
Hace unas semanas un amigo me envío una traducción, sacada de la página web de un ministerio de liberación que usted puede chequear en inglés en la siguiente dirección:http://www.demonbuster.com.
Leí el panfleto y realmente lo olvidé, hasta que el otro día escuché un programa de radio cristiano en el que tocaban el tema de la posesión demoníaca y lo que dijeron se parecía mucho a lo que está en este documento.
Ahí ya me preocupé, porque cuando alguien que no tiene idea publica algo en internet no hay que hacerle mucho caso, pero cuando en un programa de radio que pertenece a una denominación más bien conservadora, se permiten decir cosas sin el menor sustento bíblico, quiere decir que estos conceptos están empezando a ser aceptados por creyentes en algunas iglesias.
Para completar el cuadro, ayer me fue a ver una creyente por problemas matrimoniales, y la mayoría de las conductas de su esposo se las atribuía a presencia demoniaca.
Voy a repetir lo que alguna vez escribí en este mismo medio: si creo que los demonios existen, pero en ninguna parte de la Escritura veo que hay que generar una verdadera demonología y crear todo un estudio acerca de eso, peor cuando la mayoría es inventado.
Permítame recoger, en este y otros artículos, de forma muy general algunos de los conceptos que transmiten este y todos los ministerios de “liberación” que conozco. Empezaré por el hecho de que los creyentes tenemos demonios según ellos:
El primer paso a la liberación es creer que el cristiano puede tener demonio. En efecto, que usted, nacido de nuevo, lleno del Espíritu, que habla en lenguas, que ama y adora a Jesús puede y tiene demonios. Jesús dijo que la liberación era el “pan de sus hijos” Mateo 15:26 y Marcos 7:27.
Si usted no cree que tiene demonios, y alguien trata de echar demonios fuera de usted, entonces dichos demonios no tienen que irse. Es por ello que usted debe humillarse y decir: “Bueno, si tengo demonios, quiero que los echen fuera de mi vida!” ¿PERO, CÓMO PUEDE SER POSIBLE ESTO?
Cuando usted nace de nuevo como cristiano, Jesús viene a habitar en su espíritu.
Usted es un ser trino – espíritu, alma y cuerpo (1 Tes. 5:23) Su alma está compuesta de mente, voluntad y emociones.
Primero veamos su cuerpo, ¿usted o algún familiar tiene cáncer? Ese es un demonio. ¿Qué me dice de presión alta, problemas de corazón, etc… todos ellos son demonios.
Segundo, veamos su alma. ¿Tiene usted mal genio? Ese es un demonio. Existe enfermedad mental alguna en su familia o sus antepasados? Ese es un demonio. Tiene dificultad de servir a Dios? Ese es un demonio. Tiene problemas con malos pensamientos? Ese es un demonio.
Tercero: Su espíritu. Los demonios tienen a su espíritu acorralado y usted tiene dificultades para servir al Señor Jesús del modo en que la Biblia nos enseña.
De manera que aquí nos encontramos, hijos de Dios y nuestros cuerpos y mentes están enfermos a tal punto que no conseguimos servir a Dios de la manera que intentamos. Bingo!! Correctamente, son los demonios los causantes de todo esto. Jesús dijo en Juan 10:10 que Satanás vino para matar, robar y destruir pero que Él (Jesús) vino para darnos vida, y vida en abundancia. Jesús vino para destruir las obras del Diablo (1 Juan 3:8).
En el capítulo 7 de Marcos comenzando en el versículo 21 Jesús dijo: “Porque de dentro, del corazón de los hombres salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez. Todas estas maldades de dentro salen y contaminan al hombre.” Todos estos nombres son de demonios.
Sabiendo que Jesús dijo esto, ¿no siente usted el deseo de echar fuera todo rastro maligno de su interior? La única manera de hacerlo es mediante la liberación”.
Me sorprendo de la habilidad para inventar cosas que tiene esta gente y voy a analizar una por una:
- Los versículos de Mat. 15:26 y Mrc. 7:27, nada tienen que ver con demonios, sino con una respuesta a una mujer que no era judía, por tanto no era miembro del pueblo que en primera instancia Cristo vino a liberar.
- Me resulta sorprendente en gran manera que se pueda decir que un creyente puede tener a la vez al Espíritu Santo y un demonio habitando en él. Comentaremos esta realidad en un artículo separado próximamente.
- Las enfermedades son un demonio, el mal genio es un demonio, no poder servir al Señor es un demonio, son las afirmaciones más disparatadas que he oído, y sin el más mínimo sustento bíblico, y la completan al usar marcos 7 para dizque probar exactamente lo contrario que lo que dicen las palabras de Jesús, que a lo que se refiere es a que todo está dentro nuestro, porque en nosotros está el mal que no quiero del cual habla Pablo en Romanos 7, no un demonio. No necesitamos un demonio para proceder mal, solo necesito mi naturaleza caída.
¿Que intentaran lograr con estas mentiras? Asustar a la gente, ser considerados especiales por las congregaciones porque son los que luchan contra las fuerzas del mal, ser indispensables en una congregación.
Cualquiera que sea la razón, lo único que consiguen con estas historias es alejar a la gente del evangelio. Debemos predicar de Cristo y su amor y no estas historias de terror, y conste, que a duras penas transcribí unas cuantas oraciones. En el documento usted tiene que orar hasta cuando abre la computadora, o entra a una oficina porque los espíritus lo siguen por todas partes.
Llamar cristianismo a esto es lo mismo que decir que la secta “pare de sufrir” es cristiana.