¿Seres de Otro Mundo? Llegando Acá desde Allá

Hola a todos,

Cambiamos de tema esta semana, y veremos las posibilidades de que los OVNIS sean verdad, en otro artículo del ministerio científico- cristiano “Reasons to believe”. Recuerde que en un artículo que traducimos hace tiempo “el principio antrópico” se nos dejó ver que todo indica que todo el universo fue hecho para la vida humana.

Dios los bendiga, Andrés

¿SERES DE OTRO MUNDO? LLEGANDO ACÁ DESDE ALLÁ

Por el  Dr. Hugh Ross,  Presidente y Fundador de Reasons to Believe

Original:

Aliens From Another World? Getting Here From There

http://www.reasons.org/articles/aliens-from-another-world-getting-here-from-there

Un creciente desafío para el cristianismo, tanto dentro como fuera de las fronteras de los EEUU, surge de la obsesión popular con los OVNIS (objetos voladores no identificados) y VIE (vida inteligente extraterrestre).

Un número creciente de grupos de creyentes en OVNIS y VIE, algunos abiertamente religiosos y otros, con el pretexto de la actividad puramente científica,  predican su propio mensaje de salvación para la raza humana, un mensaje que directamente  contradice–y abiertamente tiene en la mira- al Evangelio de Jesucristo. Estas sectas niegan la existencia de un Creador trascendente. Ellos niegan que la salvación se consiga sólo por la fe en la obra redentora de Jesucristo. Ellos predican, más bien, que la esperanza radica en recibir “orientación” de extraterrestres avanzados, a través de un libro de soluciones para todos los problemas de la humanidad. Algunos lo llaman Urantia, y dicen que ya ha llegado; otros lo llaman Enciclopedia Galáctica y esperan su venida.

Cuando apologistas cristianos (incluidos los de Razones para Creer) dan conferencias en universidades y comunidades en África, Australia, Canadá, Japón, Rusia, Ucrania y los Estados Unidos, las preguntas sobre los OVNIS y VIE se encuentran entre las  más  frecuentes. Estas preguntas tienen sentido ya que las encuestas indican que los avistamientos de ovnis en todo el mundo superan un millón por año.

Los astrónomos confirman que la gran mayoría de los supuestos avistamientos de ovnis puede explicarse por fenómenos naturales. Sólo una pequeña fracción de los avistamientos de ovnis realmente carece de cualquier explicación razonable basada en la naturaleza o en la actividad humana.  Sin embargo, en el caso de prácticamente todos los avistamientos la respuesta inmediata del público (e incluso de algunos científicos) es que  extraterrestres super inteligentes que viajan en naves espaciales sofisticados han llegado desde lugares distantes del espacio. “Platillos voladores” y “ovnis” son términos sinónimos para la gran mayoría de la población mundial. Clubes y sectas se dedican exclusivamente a estudiar encuentros con  ovnis y para promover la afirmación de que el planeta Tierra ha sido y continúa siendo explorada por extraterrestres.

¿Qué tan realista es la noción de viajes interestelares (entre los sistemas planetarios) o intergalácticos (entre las galaxias), incluso si suspendemos temporalmente las preguntas sobre la posibilidad de la vida física inteligente fuera de la Tierra? De todos los libros disponibles acerca del fenómeno OVNI, pocos le dan la atención adecuada a las características del espacio y a los desafíos físicos de los viajes espaciales. Tales desafíos han sido puestos de manifiesto por los esfuerzos humanos de las últimas décadas, incluyendo el Apolo 13 y los experimentos de la biosfera.

Problemas de  distancia.-

En este día de éxito casi de rutina por la National Aeronautics and Space Administration (NASA) en el envío de naves espaciales a los planetas vecinos de la Tierra (por no mencionar conocidas representaciones en televisión y cine de los viajes espaciales a lo largo de la Vía Láctea y más allá), la gente puede fácilmente perder de vista dos hechos:

(1) Las leyes y constantes de la física que establecen límites estrictos a cualquier viaje espacial importante llevado a cabo  por seres físicos inteligentes; y

(2) ninguna cantidad de capacidad tecnológica puede superar tales límites.

Un obstáculo para los viajes intergalácticos, o incluso desde un sistema planetario a otro,  surge de las enormes distancias que separan las estrellas. La distancia, por supuesto, se traduce a tiempo, y el tiempo se traduce a riesgo. Cuanto más tiempo un cuerpo vivo o mecánico pasa en el espacio, más peligros encuentra – peligros mortales.

La estrella más cercana está a 25 billones de millas de distancia. Si usáramos una toronja para modelar nuestro Sol, que tiene aproximadamente un  millón de millas de diámetro, la distancia a la estrella más cercana, en esta escala, sería la distancia desde Los Ángeles a Managua, Nicaragua. El viaje a esa estrella en la nave espacial más rápida (hasta la fecha) de la NASA tomaría 112,000 años.

Las estrellas más cercanas, sin embargo, no cumplen con los requisitos básicos de soporte de vida. Seres físicos sensibles requieren un hábitat parecido a la Tierra – uno que orbita alrededor de una sola estrella, de mediana edad, muy parecida al Sol La órbita de este planeta debe ser casi circular, no muy excéntrica. El planeta debe estar protegido de bombardeos de asteroides por un planeta masivo (como Júpiter), pero no puede estar tan cerca que sea empujado por la gravedad de ese planeta protector. Muchos más criterios podrían enumerarse, pero estos son suficientes para demostrar el punto. Ninguna estrella que se encuentra  dentro de unos 50 años luz de la Tierra puede cumplir con estos requisitos. Aquellas  que tienen una masa similar a la del Sol de son demasiado jóvenes o demasiado viejas para quemarse con la suficiente estabilidad. Poseen estrellas asociadas o enormes planetas cercanos que perturbarían la órbita de cualquier planeta similar a la Tierra, o carecen de grandes planetas protectores.

Incluso si  seres inteligentes residieran a tan sólo 50 años luz de distancia, tendrían que navegar  una trayectoria en zigzag a través de diversos peligros galácticos para llegar al planeta Tierra, lo que haría que  su viaje fuera mucho más largo. Los viajeros tendrían que esquivar la gravedad y la radiación mortal de las estrellas de neutrones, estrellas super gigantes, erupciones de novas y supernovas, e incluso los restos de tales erupciones. Tendrían que evitar los gases, polvo y cometas tan densos en los brazos espirales, así como las inmediaciones de estrellas nacidas más tarde que las demás (estrellas que se formaron durante los últimos 5 mil millones de años). Pero  tendrían que permanecer en el plano de la galaxia. Cualquier desviación del plano expondría a los viajeros a la radiación mortal que se transmite desde el núcleo galáctico. El maniobrar para evitar peligros extendería la distancia mínima a un estimado de 75 años luz.

Sin embargo, descubrimientos recientes empujan esa cifra mínima aún más alto. Partiendo del supuesto de que cualquier nave interplanetaria probablemente mantendría  la comunicación con el planeta de origen (o con otros miembros del grupo de viaje), es importante el tener presente que un grupo de investigación  SETI(search for extra terrestrial intelligence [búsqueda de inteligencia extraterrestre]) escaneó todas las 202 estrellas de tipo solar (más o menos similar al Sol) dentro de 155 años luz desde la Tierra. No fue detectada  ni una sola señal inteligible en cualquier lugar dentro de la vecindad de cada estrella. Este resultado significa que  la distancia mínima de viaje de extraterrestres, 155 años luz,  más las  maniobras de evasión de peligros suman una distancia total de aproximadamente 230 años luz (o 1,36 mil billones de millas).

Problemas  de velocidad.-

Como algunos lectores pueden recordar de sus clases de ciencias de la escuela secundaria, las leyes de la física impiden a cualquier trozo de materia el viajar más rápido que la velocidad de la luz. Sin embargo, surgen serias dificultades mucho antes de que un objeto llegue a esa velocidad. A la velocidad de la luz, la energía requerida para mover una masa específica es infinita. Aún a la mitad de la velocidad de la luz, la energía necesaria para propulsar un objeto es varios millones de veces mayor que la necesaria para propulsar la nave espacial más rápida de la NASA.

Sin embargo, los  problemas acerca de la energía necesaria se acumulan  debido a que  los gases propelentes y los  motores implican masa. Cuanto mayor sea la velocidad de una nave espacial, mayor será la cantidad de gas propelente y más grandes los motores que requerirá. Por lo tanto, cuanto mayor sea la velocidad prevista de la nave espacial, mayor será (exponencialmente) la masa de la nave.

Un problema adicional en relación a la masa surge de la necesidad de mover la carga útil de la nave espacial (el peso total de los pasajeros, la tripulación, los instrumentos, y los suministros de soporte vital). La masa de una nave y su sistema de propulsión aumenta geométricamente en relación a la masa de la carga útil.

La necesidad de velocidad plantea aún otro problema: mientras más rápido viaja un objeto a través del espacio, mayor será su probabilidad de sufrir daños causados por los desechos espaciales. Micro meteoritos, por ejemplo, perforaron agujeros del tamaño de dólares de plata en los paneles solares del Telescopio Espacial Hubble (mientras el Hubble se desplazaba a aproximadamente 0,04 por ciento de la velocidad de la luz en relación con los micro meteoritos, y aproximadamente 0,003 por ciento de la velocidad de la luz en relación a la Tierra) . Si el telescopio se hubiera estado moviendo mil veces más rápido (en relación a los micro meteoritos), el daño hubiera sido un millón de veces peor. (Es decir, el daño aumenta al cuadrado del  aumento de la velocidad.)

En cuanto a los desechos espaciales, los micro meteoritos pudieran ser las menores de las preocupaciones del viajero espacial. Una gran nube de cometas, que se estima contiene 100 mil millones de cometas o más, rodea al sistema solar. Estas nubes muy probablemente  rodean a cualquier estrella en nuestra galaxia que posiblemente albergue planetas. Los astrónomos sospechan que las nubes moleculares gigantes dispersas por toda la Vía Láctea pudieran contener un número aún mayor de los cometas.

Para proteger contra el daño producido por la basura espacial, una nave espacial necesita algún tipo de armadura. Sin embargo, la armadura significa más masa, lo que significa más propelente para mover la masa añadida. Más propelente significa más propelente para mover el propelente adicional. Por lo tanto, el problema se incrementa.

Mientras que la basura espacial es un riesgo menor a velocidades más bajas, las velocidades más bajas también significan mayor tiempo de viaje. La probabilidad de daño por la basura espacial aumenta en proporción a la cantidad de tiempo en el espacio -y, que se eleva por el cuadrado de la velocidad. Por lo tanto, en términos de los daños causados por los desechos, los viajeros espaciales se enfrentan a peligros mortales a cualquier velocidad, lento o rápido. Y, lento o rápido, una nave espacial sufrirá el desgaste de sus partes por el uso normal.

La exposición a la radiación produce otra seria amenaza. Cuanto más rápido viaja  una nave a través del espacio, mayor será el daño que sufra debido a la radiación. Las partículas asociadas con la radiación (por ejemplo, protones, neutrones, electrones, núcleos pesados, e incluso fotones) causan la erosión de la “piel” y los componentes de la nave. E igual al punto anterior, la erosión aumenta con el cuadrado de la velocidad. Sin embargo, una velocidad más lenta significa más tiempo en el espacio, y ese tiempo extra significa mayor  exposición a la radiación para los extraterrestres a bordo. (Sin importar qué tan grueso sea cualquier escudo de seguridad, parte de la radiación inevitablemente penetra en la nave).

De manera muy conservadora, una nave espacial  de tamaño razonable que transporte seres físicos inteligentes puede viajar a una velocidad no mayor  a aproximadamente el uno por ciento de la velocidad de la luz. A velocidades superiores los riesgos por la radiación, la basura espacial, fugas, y el desgaste son simplemente demasiado grandes para evitar la extinción de los viajeros espaciales antes de que lleguen a su destino. Una nave espacial que viaje al uno por ciento de la velocidad de la luz (casi 7 millones de millas por hora) necesitaría 7.500 años para atravesar la distancia de 75 años luz, o 23.000 años para viajar 230 años luz.

¿Atajos por  los agujeros de gusano o agujeros negros?.-

Altamente imaginativos y técnicamente capacitados aficionados a los OVNIS y VIE  sugieren que los alienígenas avanzados tal vez encontraron una manera de utilizar los “agujeros de gusano” del espacio-tiempo para viajar a lugares distantes en el universo en un tiempo relativamente corto.  Sin embargo,  al hacer un examen más detallado, esta idea no ofrece ninguna ayuda en absoluto hacia la solución de los problemas de distancia y tiempo.

La relatividad general dice que los objetos masivos distorsionan la curvatura del espacio y el tiempo en sus proximidades. Cuanto mayor sea la densidad de masa de un objeto, mayor será el grado de la curvatura del espacio-tiempo que produce en su proximidad inmediata. La relatividad general predice que cuando la materia se vuelve lo suficientemente comprimida por su propia gravedad (como en un agujero negro), una región separada del espacio-tiempo se desarrollará en donde la curvatura se hace infinitamente aguda. Es decir, una singularidad (región en la que la densidad de masa y la curvatura del espacio se convierten en infinito) se desarrollará en el centro de la concentración de masa.

Si un agujero negro conectado a una hoja del espacio-tiempo en el universo hace contacto con otro agujero negro conectado a una hoja diferente del espacio-tiempo, ese punto de contacto pudiera (hipotéticamente) producir un corredor de viaje. Sin embargo, el punto de contacto debe ser de singularidad a singularidad, de modo que un viajero que se canaliza hacia el centro de un agujero negro puede entrar en contacto con el centro de otro agujero negro.

Aunque estos así llamados “agujeros de gusano” que conectan a un agujero negro con otro son matemáticamente posibles,  uno debe cuestionarse la utilidad física (por no hablar de credibilidad) de su uso por los viajeros extraterrestres. Según los modelos mejor establecidos del universo, las regiones del espacio que podrían ser conectadas por medio de los agujeros de gusano ya están cerca unas de otras. En otras palabras, el uso de un agujero de gusano ofrecería poca ventaja de tiempo. Un modelo cósmico en el que una hoja de espacio-tiempo de diez dimensiones se dobla para hacer una U ofrece la posibilidad de un acceso directo significativo a través del espacio, pero la investigación en curso todavía tiene que verificar la viabilidad de tal modelo.

Consideraciones sociales.-

Durante los 7.500 años (mínimo) de un viaje de ida desde su planeta a la Tierra, los extraterrestres tendrían sin duda que enfrentar a algunos retos sociales desalentadores. La longevidad en cualquier lugar del universo debe ser finita, no infinita, de acuerdo con las leyes de la física. Además, los períodos de vida disminuyen inevitablemente con la exposición a la radiación, como sucede en los viajes espaciales. Las complejidades de la bioquímica basada en el carbono (la única posibilidad química para la vida física) 6, 7 establece el límite de vida a cerca de mil años -incluso si los viajeros extraterrestres fueran a  hibernar durante largos períodos.

Un viaje de más de 75 años luz se extendería a través de múltiples generaciones. Un viaje multi generacional presenta otra serie de dificultades. Sea o no que los viajeros originales fueron voluntarios para la misión, su progenie recibiría la misión por herencia, no por elección. Les guste o no, la misión es de ellos. Si los viajeros espaciales se pareciesen a los seres humanos de cualquier manera, es fácil imaginar que la dedicación a los objetivos originales podría ser difícil de mantener. Cambio o confusión de prioridades probablemente que alargaría la duración del viaje, entre otras dificultades. Incluso podrían conducir a abortar el viaje.

Una estrategia multi-generacional para el viaje espacial requiere una población suficientemente grande y diversa base para conformar los pasajeros iniciales. De lo contrario, los alienígenas probablemente se extinguirían antes de su nave  llegue a su destino previsto. Y, una población de cualquier tamaño, desde 2 a 20.000, requiere varios recursos y sistemas para el sustento. Como mínimo, estos recursos y sistemas deben incluir alimentos y productos para la respiración y el reciclaje de residuos, y todo debe ser mantenido a niveles suficientes para reducir al mínimo el riesgo de desastre ecológico.

Los problemas de supervivencia.-

Un viaje de ida que lleva 7.500 años o más plantea serias dudas sobre la supervivencia de los viajeros extraterrestres. El riesgo de extinción, dada la limitada población y todas las contingencias de los viajes espaciales, parece abrumadora. Como la humanidad ha descubierto durante los últimos cincuenta años, una civilización lo suficientemente avanzada como para iniciar un viaje a través del espacio pudiera no sobrevivir el tiempo suficiente para incluso construir un transporte y conseguir que despegue. La alta tecnología lleva un precio terrible: la reducción de la supervivencia.

La alta tecnología y los resultantes altos estándares de vida significan los individuos portadores de mutaciones nocivas normalmente sobreviven el tiempo suficiente para reproducirse. La alta tecnología y los altos estándares de vida son una fuerte motivación para hombres y mujeres para retrasar la reproducción. En un mundo de alta tecnología, un individuo necesita más tiempo para ser educado y entrenado para llegar a ser autosuficiente, y aún más para hacer una contribución al avance tecnológico en curso.

Reproducción postergada, particularmente para los hombres, resulta en la transmisión de un mayor número de mutaciones nocivas. 8  De acuerdo con un estudio de investigación, la población humana al final del siglo XX tuvo una acumulación de mutaciones nocivas a razón de tres por persona por generación. 9  Esta tasa acelera significativamente el movimiento de la humanidad hacia la extinción.

Para empeorar las cosas, la riqueza y la tecnología se correlacionan inversamente con la tasa de natalidad. En otras palabras, cuanto mayor sea la riqueza de una sociedad y su uso de la tecnología, menor será el  número de hijos que produce. Hoy en día, ninguna nación con un ingreso per cápita superior a $ 20.000 tiene una tasa de natalidad lo suficientemente alta para evitar una eventual extinción. En Europa y Japón, por ejemplo, la tasa de natalidad es menor al  75 por ciento de la que se necesita para mantener la población a un nivel constante. 10

Para los viajeros del espacio todos estos problemas se ven agravados por los límites en el tamaño de su grupo de viaje. Mientras que seis mil millones de personas que viven en un planeta grande pueden tolerar epidemias, desastres naturales, crisis ecológicas, y guerras, unos pocos (o unos pocos miles de)  individuos a bordo de una nave espacial o un grupo de naves espaciales probablemente serían eliminados por este tipo de catástrofes. La humanidad tiene la ventaja añadida de tener un hábitat grande con una amplia variedad de refugios donde uno puede encontrar escape temporal de un problema o desastre determinado.

Estos riesgos de extinción sugieren que para estrellas y planetas distantes, lo más probable es que la tecnología que es suficiente para posibilitar viajes espaciales  condene el destino de una sociedad en vez de llevarla a un mayor progreso. La  inteligencia nos diría que esos extraterrestres deberían  permanecer en casa o limitar sus esfuerzos de colonización a su propio sistema planetario.

Problemas tecnológicos.-

Obviamente, los problemas de los daños causados por la basura espacial, la radiación, las fugas, cualquier crisis ecológica, y el desgaste son mucho peores para los seres físicos inteligentes a bordo de la nave espacial que para los instrumentos mecánicos. Si la recolección de (o el proveer de) conocimiento es el objetivo, los humanos suelen tener la ventaja sobre las máquinas en que pueden adaptarse con mayor rapidez y éxito a las cambiantes circunstancias y a contingencias inesperadas. Sin embargo, a medida que aumenta la distancia de viaje, la ventaja cambia: cuanto mayor sea la dificultad de transportar personas en relación con transportar máquinas, menos adaptables se vuelven las personas.

Incluso para la exploración de nuestro sistema solar, las máquinas tienen una gran ventaja. Para visitar las lunas de Júpiter (a menos de 0,0001 años luz de distancia), al menos diez mil misiones de instrumentos pueden ser enviadas por el costo de una misión tripulada. Si algo va mal con un instrumento en una misión de este tipo, nadie se muere (aunque alguien pudiera perder su empleo). Si los instrumentos detectan algo que no fueron diseñados para investigar, otro conjunto de instrumentos puede ser diseñado y enviado. Si las circunstancias  justifican una estancia más larga, se puede lograr con poco rediseño o provisión adicional, en la mayoría de los casos. Unos pocos hombres en una misión de un mes de duración probablemente aprenderán mucho menos acerca de un planeta o una luna que diez mil instrumentos espaciales funcionando durante muchos años.

Este tipo de análisis también lo harían  extraterrestres más avanzados que los humanos. Si extraterrestres existen en sistemas planetarios distantes y tienen algún interés en el planeta Tierra, más probablemente enviarían  máquinas que miembros de su propia especie.

Llame para futuras investigaciones.-

Pudiera ser que este breve análisis sobre la viabilidad de los viajes espaciales de larga distancia no dé cuenta de todos los factores importantes, y el tiempo dirá si sus cálculos y estimaciones son demasiado optimistas o demasiado pesimistas. Sin embargo, si demuestra que un poco de tiempo en la biblioteca con una calculadora puede aportar algunas consideraciones realistas a las preguntas sobre los ovnis y la inteligencia extraterrestre. El dinero de quienes pagan impuestos sería más sabiamente gastado en esta investigación relativamente barata que en las costosas  sondas para buscar  señales o naves alienígenas.

Programas diseñados para descubrir y explorar sistemáticamente las características de planetas distantes serían muy útiles. Los astrónomos han determinado las masas y órbitas de más de sesenta planetas fuera del sistema solar de la Tierra. 11 Por otra parte, a la NASA se le han prometido fondos para enviar un conjunto de telescopios al espacio que va a tener la capacidad, no sólo de medir las masas y órbitas de planetas del tamaño de la Tierra que orbitan estrellas lejanas, sino también para determinar sus tasas de rotación y la composición de sus atmósferas. 12

Considere  el motivo.-

El absorbente interés en los OVNIS  y VIE  parece que está más profundamente arraigado en las preocupaciones espirituales que en las científicas.  Investigadores sobre el  origen de la vida reconocen ahora la casi total imposibilidad de que haya cualquier explicación natural para el origen de la vida en la Tierra, en Marte, en cualquier cuerpo del sistema solar, o en cualquier lugar entre los cometas o las nubes interestelares.13 El hallazgo adicional de que los microorganismos no pudieron haber sido transportados a través del espacio interestelar (debido a que la presión de la radiación de las estrellas las hubiera matado inevitablemente) sella efectivamente el caso. 14

Las ironías parecen demasiado grandes como para ignorarlas. Una búsqueda obviamente espiritual que produce enormes gastos de investigación al  gobierno y a los fondos privados. Mientras que esa búsqueda se oponga, en lugar de que apoye, las doctrinas cristianas, ninguna protesta surgirá de  los grupos que abogan por la separación entre la iglesia y el estado. La mayor ironía es que la humanidad ya tiene en sus manos toda la información y las instrucciones necesarias para poder tener la mejor vida  posible en este planeta, así como para la vida siguiente. Esta “enciclopedia cósmica” fue entregada a los seres humanos por el Espíritu de Dios y corroborada con pruebas tangibles. Para asegurar que los seres humanos la entenderían y la recibirían, el Creador visitó  personalmente este planeta hace dos milenios, en forma humana, no alienígena. Reveló -en sí mismo- la fuente de respuestas a las más importantes preguntas y desafíos de la vida.

Referencias.-

  1. Jacques Vallee, Dimensions (New York: Ballantine, 1988), 230-31.
  2. Hugh Ross, The Creator and the Cosmos,3d ed. (Colorado Springs: NavPress, 2001), 176-87.
  3. NASA catalog of the 2613 known stars within 81 light-years of Earth, Web site address:http://heasarc.gsfc.nasa.gov/W3Browse/star-catalog/cns3.html.
  4. Jean Schneider, Extra-solar Planets Catalog, a frequently updated Web site catalog athttp://www.obspm.fr/encycl/catalog.html.
  5. Christopher F. Chyba, “Life Beyond Mars,” Nature 382 (1996), 577.
  6. Robert Dicke, “Dirac’s Cosmology and Mach’s Principle,” Nature192 (1961), 440.
  7. Ross, Creator, 178.
  8. James F. Crow, “The Odds of Losing at Genetic Roulette,” Nature 397 (1999), 293-94.
  9. Adam Eyre-Walker and Peter D. Keightley, “High Genomic Deleterious Mutation Rates in Hominids,” Nature 397 (1999), 344-47.
  10. John W. Wright, ed. The New York Times 2000 Almanac (New York: Penguin Reference, 1999), 487.
  11. Schneider.
  12. Bijan Nemati, “The Search for Life on Other Planets,” Facts for Faith 4 (Q4 2000), 22-31.
  13. Fazale Rana and Hugh Ross, “Life from the Heavens? Not This Way . . .”  Facts for Faith1 (Q1 2000), 11-15.
  14. Paul Parsons, “Dusting Off Panspermia,” Nature383(1996), 221-22.


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