Por: Andrés Carrera
La semana pasada comenté lo que algunos “tele-evangelistas” habían dicho sobre el huracán Irma y como le “ordenaron” que se desvíe, pero parece que el huracán era sordo o simplemente no les hizo caso.
Ahora otro grupo de tele evangelistas ha salido con otra explicación: todo lo que pasa en la tierra es culpa de la iniquidad del hombre y es un juicio de Dios sobre nosotros.
Reproduzco aquí la noticia:
La asociación del huracán con la divinidad también ha hecho que varios pastores se pronuncien.
Uno de ellos es Rick Joyner, fundador y director del ministerio Morning Star, es uno de los mayores proponentes de las ideas de una generación de “super profetas y restauradores de los tiempos finales”.
Después de grandes catástrofes naturales, él hace preguntas de ese tipo, casi siempre atribuyendo los acontecimientos al juicio de Dios sobre la Tierra. Así ocurrió con el terremoto que asoló Japón en 2012.
Esta semana, fue al programa del pastor Jim Bakker, en la televisión estadounidense, para hablar sobre señales del fin y declaró que el huracán Harvey fue, el juicio de Dios sobre la ciudad de Houston.
Para el profeta Joyner, esos huracanes no tienen nada que ver con el cambio climático, pues “el verdadero problema con el clima y todo lo demás en este mundo tiene que ver con el pecado y la maldad. La tierra toda clama a causa del derramamiento de sangre inocente. Esto hace más mal que el CO² o cualquier cosa así”.
Él entiende que es una manifestación de ira contra la iniquidad de la nación.
Bakker respondió haber sentido que los huracanes que vinieron después del eclipse solar sobre Estados Unidos son “juicio de Dios sobre América”. A continuación, Joyner concordó, observando que “ese tipo de cosas no sucede por accidente”, pasando a hacer correlación con grandes huracanes recientes, como Sandy – de 2012 – y el Katrina – de 2005 – el más fuerte de la historia.
Para el profeta, los últimos grandes desastres ocurrieron en lugares que realizan festivales llamados “Día de la Decadencia”, pero no explicó lo que eso significa. Resumió diciendo que no era coincidencia. “Tenemos que defendernos de la perversión de nuestros tiempos”.
Joyner y Bakker no son los únicos que piensan así. El debate sobre esto viene llamando la atención hacia los medios seculares. Newsweek dio espacio para la controversia y oyó pastores que están de acuerdo y que están en desacuerdo con este punto de vista teológico. El pastor Kevin Swanson generó gran polémica al decir en su programa de radio que la destrucción de Houston por el huracán fue un castigo por la ciudad defender abiertamente la agenda LGBT y haber elegido una alcaldesa lesbiana. Él insiste en que éste es un llamado al arrepentimiento nacional. (1)
Así que, como usted ve, tenemos gente que hace daño a la causa de Cristo de un lado y del otro y que yo no puedo creer que los creyentes aceptemos como parte de nosotros a pesar de las mentiras de un grupo y el aparente gusto que les da a los otros el sufrimiento de la gente.
Como ya hablamos del primer grupo en el artículo anterior, comentemos esta sui-generis reacción de estos “tele-evangelistas”.
Los seguidores de Cristo debemos estar claros en nuestras convicciones: No aceptamos la filosofía de la llamada “unidad de género”, y estamos en contra del aborto, pero vamos a buscar un cambio de vida en esas personas, porque los amamos y nos preocupan como seres humanos, no porque Dios los va a castigar.
¿Estas personas creen que de alguna forma decir esto va a lograr que la gente cambie de vida y vaya a buscar a Jesús? Se han quedado en el Antiguo Testamento y no tienen idea de lo que Cristo vino a hacer.
Qué diferencia entre esto y los cristianos del primer siglo que cuando había pestes en Roma, ciudad que era mucho peor en cuanto a moral que Houston, iban a ayudar a todos los enfermos no creyentes, sin importar su moralidad, pudiendo contagiarse y morir, porque entendían que su maestro les dijo que Él quería que amen a los otros, como una señal inequívoca de su relación con Dios.
Estas personas no parecen haberse enterado de que Cristo cuando vino dijo con claridad que es el amor que mostremos por otros, lo que demuestra nuestra relación con Dios. Que nuestro mensaje debe ser que Jesús los ama y que está dispuesto por su gracia, a perdonarlos porque murió por ellos también.
No hay ninguna razón por la que un creyente deba hablar de la ira de Dios sobre las personas y referirse sólo a un pecado: el homosexualismo. Pregunto: ¿Por qué Dios no hace lo mismo con ciudades donde hay mentirosos? que no quedaría ninguna ¿Acaso ese pecado es peor que los otros? ¿Y si el Señor ajusticiara a estos “profetas” por mentirosos? ¿Tendría que caerse el techo del estudio de televisión dónde están?
Todo pecador debe saber que los cristianos no los juzgamos, que los amamos, y que queremos relacionarnos con ellos y que vean que el mejor camino es Cristo sin importar lo que hayan hecho, no que Dios está ajusticiándolos, porque si ese es nuestro mensaje lo único que provocamos en la gente es resentimiento hacia Dios.
Los desastres naturales existen, dejemos de pensar que podemos evitarlos o que son culpa de cierto grupo de personas, y hagamos lo que Cristo haría, mostremos compasión, deseo de ayudar y mucha pero mucha gracia.
NOTAS:
(1) http://www.noticiacristiana.com/iglesia/2017/09/pastores-huracan-irma-juicio-dios.html