Por: Andrés Carrera
Una de las cosas más difíciles para los hijos en este tiempo, parece ser el independizarse emocionalmente de sus padres, y tal parece, que también resulta complicado que los últimos dejen ir a sus retoños ya adultos.
Por tanto creo que es necesario especificar qué es lo que para la Biblia significa dejar padre y madre:
1.- LO QUE NO SIGNIFICA.- A los padres siempre se los honra, de hecho es uno de los diez mandamientos (Éxodo 20:12). Cuando a Cristo lo encararon unos fariseos debido a que los discípulos no se lavaban las manos para comer, Él fue terminante con la hipocresía de ellos.
Este grupo de religiosos había logrado esquivar la ley en lo más importante para ellos: el dinero, dejando ver el famoso dicho de “hecha la ley, hecha la trampa”.
Para no mantener o ayudar a sus padres ancianos a quienes debían honrar, ofrecían que a su muerte el dinero sería dejado para el templo, lo que les permitía utilizarlo como deseaban mientras vivían, pero sólo para ellos. Entonces un padre le solicitaba ayuda a su hijo y este le contestaba que le encantaría ayudarlo, pero que no podía porque ya habían dado todo su dinero a Dios, y como Él es lo más importante, no podía auxiliar a sus padres enfermos o ancianos.
Imagínese lo duro que puede haber sido en ese tiempo envejecer sólo si pensamos en el deterioro de los ojos con el paso del tiempo y no conseguir que alguien les ayude porque sus avariciosos hijos querían todo para ellos y habían hecho una ley interpretativa de la ley divina que les permitía dejarlos a un lado.
Entonces, no significa dejar padre y madre dejar de honrarlos, o mantenerlos ni dejar de cuidar de ellos cuando no pueden hacerlo por sí mismos, ese es nuestro deber.
2.- LO QUE SIGNIFICA.- Al casarnos, nuestra prioridad absoluta debe ser nuestra pareja y luego de ella nuestros hijos. No debemos permitir que nuestros padres se metan en nuestra relación porque ellos consideran que deben “ayudar”, no debemos acusar a nuestro cónyuge con ellos, haciéndolo quedar mal, y que poco a poco le vayan cogiendo fastidio.
No debemos pedirles opinión de como “arreglar” a nuestra pareja, o permitirles que se encarguen de solucionarnos todos los problemas que se nos presentan incluso los más triviales. Está bien dejarse ayudar, pero no puede convertirse en un hábito.
No podemos permitirles que ofendan a nuestra pareja, sobre todo si son sus suegros, y debemos salir en defensa de ella.
Significa que debo poner distancia, que debo preocuparme de convertirme en uno con mi pareja y dejar la “mamitis” que es la enfermedad más común que observo entre los varones especialmente.
No estoy dejando a padre y madre, entonces, cuando le dedico más tiempo a ellos que a mi cónyuge, cuando tengo que todos los días pasar visitándolos antes de llegar a mi casa sin importar que tan tarde se hace.
No lo estoy haciendo, cuando me cambio de barrio o incluso de ciudad o país, porque ellos quieren irse, porque debo tenerlos cerca, dejando incluso trabajos estables con tal de no alejarme.
No lo estoy haciendo cuando siempre hago lo que ellos dicen, a pesar de que la opinión de mi cónyuge sea contraria, o eso perjudique a mi relación, porque he decidido que lo que ellos dicen es ley.
Con que frecuencia veo hijos que al tener un problema con sus esposas van donde su madre y le cuentan el inconveniente para recibir consuelo, y lo único que logran es una división irreconciliable entre su mamá y su pareja.
Con que frecuencia observo a hijas darle a sus madres la oportunidad de tomar decisiones sobre sus matrimonios con la excusa de pedirles opinión, sólo para crear un resentimiento si después no hace lo que ella dijo.
No debiera ser tan complicado. Las decisiones las tomamos en la pareja. Podemos pedir opinión pero la decisión siempre es tomada por el matrimonio. Podemos permitir que se nos ayude y agradecerlo sin que esto signifique que tienen derecho a decirnos cómo vivir. Nunca critique o se queje del otro con sus padres. Si va a pedir consejo que sea algo que no los haga tomar partido. Nunca siga a sus padres en un cambio de ciudad o país porque ellos lo necesitan cerca o usted a ellos si no es lo mejor para su nueva familia.
De esta forma usted conseguirá tres cosas: Honrará a padre y madre, los dejará y sobre todo evitará disputas con su familia extendida, que lo único que hace es deteriorar las relaciones de pareja previniendo que se genere un ambiente tóxico cuando nos relacionamos con los parientes políticos.
Deje padre y madre cuando se case y padres permitamos que se de ese alejamiento, ya no son nuestros, son de su pareja. Nosotros pasamos a segundo plano.