No Somos Judíos Mesiánicos

Por: Andrés Carrera

Por años había entendido que el judaísmo mesiánico era profesado por personas de ascendencia judía, que creían que el mesías era Jesús y que mantienen ciertas tradiciones de su anterior religión. De hecho, recién me percaté que para ellos la ley era muy importante, cuando escuché en una iglesia evangélica a una judía mesiánica decir conceptos tan diferentes de lo que creemos los cristianos, que incluso el pastor de esa congregación tuvo que aclarar ciertas cosas.

Lastimosamente, la obsesión de ciertas iglesias de sustentar sus doctrinas en el Antiguo Testamento, como las primicias y el diezmo por ejemplo, está permitiendo que algunos cristianos sean llevados hacia la corriente del judaísmo mesiánico, manifestando que es el Antiguo Testamento, la Toráh, la base de donde sale todo porque Jesús dijo que Él vino a cumplir la ley argumento que ya contesté en un artículo anterior).

El judaísmo mesiánico es un movimiento religioso o religión, que intenta darle identificación a aquellos judíos que han aceptado a Jesucristo (Yeshua ha mashiaj), como salvador y mesías de Israel. A su vez es captador de aquellos cristianos que de alguna manera desean identificarse con las raíces judías de su fe, invitándolos a la renuncia de la adoración a Cristo y conducirlos a la adoración del Elohim de eretz Israel por medio del  Mesías Jesús (Mashiaj Yeshua).

Los judíos mesiánicos se consideran a sí mismos como «judíos en religión»  y practican su fe de manera que ellos se consideran a sí mismos «auténticos observantes» de la Toráh (La Ley de Moisés), aunque ninguna corriente judía desde los reformistas hasta los ortodoxos, los reconoce como judíos debido a que aceptan el Nuevo Testamento y a Jesús como Mesías.

Viven en un limbo religioso ya que no son cristianos ni son judíos. No son cristianos, porque ellos mismos han renunciado a la creencia de Cristo como el Señor y han adoptado la posición de ser adoradores de Elohim o Jehová (Iahvéh) y denuncian  que el cristianismo no es una religión fundada por Jesús, sino que tiene raíces paganas e idólatras, pues le brinda deidad al Mesías. Tampoco son judíos porque al creer de alguna forma en Jesús como Mesías no son reconocidos como judíos, ni por otros de la misma religión ni por el estado de Israel.

 Miremos algunas cosas en las que creen:

  • Se consideran judíos, ya que eso es lo que predicó, enseñó y vivió Jesucristo, quien le dijo a la samaritana que la salvación viene de los judíos. Creen que Pablo lo ratificó cuando dijo que hay muchas ventajas en ser judío.
  • Creen que la Trinidad es un invento pagano, que el Antiguo Testamento dice con claridad que el Señor uno es, y que Jesús dijo que había que conocer al Padre, único Dios verdadero.
  • Para ser salvos deben hacer lo que hizo David y los santos hombres de Dios en el Antiguo Testamento.
  • Creen que la iglesia es Israel.
  • El Nuevo Testamento fue escrito en hebreo y la iglesia católica destruyó esos originales  y los  tradujo al griego como quiso. No aceptan el Nuevo Testamento escrito en griego.
  • Cristo no es Dios, sino el hijo de José declarado por Dios como el Mesías.
  • La misión del Espíritu Santo es llevarnos al cumplimiento de la ley (Toráh).
  • La fe solo salva el espíritu, pero el alma la salva el cumplimiento de la ley.
  • La cruz es un símbolo pagano.
  • La salvación tiene un largo camino: “un largo camino que incluye: el arrepentimiento, la relación íntima con Iahvéh a través del Rabino Ieshúa viviendo dentro nuestro; la obediencia y la sumisión; las buenas obras/mitzvót, y el fruto del Rúaj ha Kódesh/E.S. de Gál. 5:22 que es la completación de nuestra fe”.

Voy a dejar la explicación de cada una de estas afirmaciones para próximas entregas, pero por el momento déjeme contarle mi preocupación: la iglesia al no aclarar que Antiguo y Nuevo Testamento no tienen el mismo valor, que la ley está abolida, que nuestra relación con Dios depende de la gracia y de ninguna otra cosa, le da cabida al ingreso de estas creencias en gente que acude a nuestras congregaciones y que luego se van detrás de dichas mentiras.

La iglesia, es la cuidadora de la gracia. Es el movimiento que dejó Jesús para que reflejemos al mundo que ahora nuestra relación con Dios se basa en lo que Él ha hecho por nosotros, no lo que podemos hacer por Él.

Mientras sigamos con esta combinación de leyes, donde aceptamos unas y otras no: que es la gracia pero que Dios nos bendice si hacemos esto o aquello, que no explicamos cómo vivir por principios bíblicos y no leyes; entonces estos errores seguirán sucediendo y gente por la que Cristo derramó su sangre, irán a la perdición eterna, porque no les explicamos que Cristo terminó con la ley, que no somos descendientes de los judíos, sino que un judío vino a darnos una nueva forma de relacionarnos con Dios.

No somos “judaísmo nueva versión”, somos algo totalmente distinto y hasta que no lo entendamos esta confusión seguirá existiendo.

Pablo lo dijo con total claridad en Gálatas 2:21: “No desecho la gracia de Dios; pues si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo”.


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