Forasteros en Patria Propia

Por: Andrés Carrera

Al ver los ataques terroristas en París, hemos sido testigos de cómo el Estado Islámico es capaz de asesinar inocentes y sentirse orgulloso de ello. Hemos quedado anonadados pensando como el fundamentalismo religioso es capaz de justificar el asesinato masivo de personas sin el menor remordimiento.

Hemos observado como Francia ha declarado la guerra a este estado que no tiene una patria geográfica, sino que dominan una parte de un país y tienen células terroristas en muchos países del primer mundo.

Estas reflexiones me llevan a pensar en las diferencias de cosmovisión que puede haber entre grupos religiosos y como ésta, define las actividades y el comportamiento, y es que nosotros los creyentes en Jesucristo, también somos una nación sin patria, pero esa realidad nos lleva a vivir de una forma muy diferente que los yihadistas.

Si queremos verlo claramente graficado, nos basta pensar en los Amish, grupo fundamentalista cristiano, que viven principalmente en el estado de Pennsylvania, EEUU, quienes no usan electricidad, ni carros, por considerarlos mundanos, pero que usted nunca los verá siendo violentos y peor cometiendo actos terroristas. Son fundamentalistas, pero su cosmovisión los hace separarse del mundo, no intentan atacarlo o desaparecer a los que no piensan como ellos.

La Biblia es clara somos: “linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable” (1 Ped.2:9), y por tanto nos deberíamos comportar de acuerdo a lo que nuestro Rey indica que debemos hacer.

Se nos deja ver que siempre seremos “extranjeros y peregrinos” (1 Ped.2:11) dentro de nuestros propios países, y cuando se escribió esto los griegos creyentes vivían como extranjeros en la misma Grecia, los romanos lo hacían en la misma Roma y así por todo el mundo.

La pregunta que debemos hacernos es ¿qué distinguía a estos “forasteros” de la cultura en la que vivían? y puedo señalar que por lo menos había nueve características del movimiento que eran radicalmente extrañas para la cultura de esa época:

  1. Los cristianos no se involucraban en las diversiones sangrientas de los coliseos.- De hecho, la muerte de uno de ellos tratando de parar una pelea entre gladiadores fue lo que detuvo estos espectáculos.
  2. No se alistaban en el ejército romano que intentaba seguir conquistando otros pueblos, lo que para esa cultura era un honor.
  3. No estaban de acuerdo con el infanticidio.- Si los padres no querían a su hijo, principalmente porque era mujer podían votar a la calle a la bebé y dejarla morir de inanición. Los creyentes incluso iban y los recogían para que no mueran, lo que sorprendía a los otros grupos.
  4. No estaban de acuerdo con el sexo fuera del matrimonio, lo que para una cultura en donde las sacerdotisas paganas eran prostitutas y el rito religioso era tener relaciones sexuales; esto estaba fuera de su comprensión.
  5. Consideraban pecado las relaciones entre personas del mismo sexo, cuando las culturas donde vivían pensaban que era normal.
  6. Permitían que las mujeres estén en puestos de liderazgo lo que era considerado una atrocidad.
  7. Se reunían sin separar razas ni posiciones sociales, lo que se consideraba escandaloso.
  8. Vivían pendientes de los pobres, incluso de los que no eran cristianos, algo nunca visto.
  9. Creían que Jesucristo era el único Señor y Salvador, único camino a Dios, cuando las culturas donde vivían consideraban el pluralismo religioso como un verdadero avance de la sociedad. Lo peor para la sociedad, es que no se lo quedaban para ellos, sino que esta creencia, era la que hacía que se comportaran como lo hacían, y abiertamente compartían su fe, y su comportamiento era consecuencia de esta realidad.

Nunca se había visto un grupo humano que creyera esto, eran realmente extraños a su cultura aunque pertenecían a ella, pues no eran ni como los romanos, ni como los griegos, ni como los judíos, eran realmente forasteros.

Ahora, piense solamente en lo que nos convierte creer estas nueve cosas y observe como no encajamos en cultura alguna. Si decimos que creemos que no están bien los deportes sangrientos, ni el militarismo, que las mujeres deben tener igual oportunidad, que no  hay separación de razas y que queremos servir a los pobres, seríamos considerados ultra liberales. Pero, si decimos que creemos que el aborto es asesinato, que el sexo fuera del matrimonio es malo, que no está bien ser gay y que Jesucristo es la única manera de llegar al Padre, seríamos considerados ultra conservadores.

Lo ve. No encajamos en ninguna cosmovisión actual, y por eso siempre seremos considerados extranjeros y peregrinos en este mundo. Pero somos extranjeros residentes y como tales, siendo diferentes pero parte de la sociedad, debemos dedicarnos a lo que dice Pedro “Mantengan entre los incrédulos una conducta tan ejemplar que, aunque los acusen de hacer el mal, ellos observen las buenas obras de ustedes y glorifiquen a Dios en el día de la salvación” (2:12).

Por tanto, nosotros no nos dejamos asimilar por la cultura y no recogemos sus valores, pero tampoco nos dedicamos a atacar a la gente por eso, ya que podemos separar a la persona que tiene valor para Dios, de su comportamiento.

Nosotros debemos mantener nuestros valores mientras amamos a los que nos acusan, y debemos entender que vamos a ser malinterpretados y juzgados por lo que creemos, pero que si lo hacemos bien nuestras obras lograrán que se glorifique a Dios.

Que el ser extranjeros en nuestra patria, nos lleve a mantener nuestros valores y a trabajar incansablemente, para que los que nos juzgan glorifiquen a Dios debido a que somos reales embajadores de Él.

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